Cada vez que me pongo una
máscara para tapar mi
realidad, fingiendo ser lo que
no soy, lo hago para atraer
a la gente.
Luego descubro que solo
atraigo a otros enmascarados,
alejando a los demás debido
a un estorbo: la máscara. Uso
la máscara va evitar que la
gente vea mis debilidades;
luego descubro que al no ver
mi humanidad, los demás no
me quieren por lo que soy,
sino por la máscara.
Uso una máscara para
preservar mis amistades;
luego descubro que si pierdo
un amigo por haber sido
auténtico, realmente no era
amigo mío, sino de la
máscara. Me pongo una
máscara para evitar ofender
a alguien y ser diplomático;
luego descubro que aquello
que más ofende a las
personas con las que quiero
intimidar, es la máscara.
Me pongo una máscara,
convencido de que es lo
mejor que puedo hacer para
ser amado. Luego descubro la
triste paradoja: lo que más
deseo lograr con mis
máscaras, es precisamente lo
que impido con ellas.
Gilbert Brenson
Hay que mostrarse como uno es en realidad,quien desea y quiere compartir contigo amistad,amor o cualquier otra cosa sabra verte tal cual eres,apreciarte y quererte.
ResponderEliminarSaludos Don Juncal.
La complejidad de las máscaras y también de ser sincero y mostrarte como eres, mejor la segunda opción, si se acercan es porque realmente vale la pena conocerte y que les conozcas.
ResponderEliminarUn beso Don Juancal, que te extrañaba, te cuidas
que sirva a quien le guste Damas e Caballeros
ResponderEliminar:)