lo que crees ser.
Y el humilde es al silencio,
como los tropiezos al creído.
Y es en peso de tiempo,
que el camino se hace a pasos.
Despacio...
Y los pies descalzos,
pisando cristales, las inmundicias del suelo.
Nada es para muchos,
los que otros creen tener.
Y mi vida se fue,
en algún momento con mi vejez.
A día de volver en mí,
no hay vuelta atrás, con o sin ti.
Y sin otro más que yo,
pienso que, el ser que soy hoy,
me pesará con los años...
Pero, yo ya, me estoy acostumbrando,
aceptando el devenir de la vida sin ti,
un ser solitario,
quizás uraño, quizás cascarrabias,